viernes, 23 de enero de 2009

No me doy por vencida.



Me quedo callada soy como una niña dormida, que puede despertarse con apenas sólo un ruido, cuando menos te lo esperas, cuando menos lo imagino, sé que un día no me aguanto y voy y te miro. Y te lo digo a los gritos y te ríes y me tomas por una loca atrevida pues no sabes cuanto tiempo en mis sueños has vivido ni sospechas cuando te nombré. Tengo una flor de bolsillo. Marchita de buscar a un hombre que me quiera y reciba su perfume hasta traer la primavera y me enseñe lo que no aprendí de la vida que brilla más cada día, porque estoy tan sólo a un paso de ganarme la alegría, porque el corazón levanta una tormenta enfurecida desde aquel momento en que te ví. Yo, yo no me doy por vencida yo quiero un mundo contigo. Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro, una señal del destino, no me canso, no me rindo, no me doy por vencida. Este silencio esconde demasiadas palabras. No me detengo, pase lo que pase seguiré.

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